martes, 7 de abril de 2009

La música...


Hace poco, paseando por el campo me paré a escuchar el trino de los pájaros intentando averiguar qué intervalo musical hacían. Entre otros muchos sonidos, curiosamente repetían a menudo una tercera mayor ascendente.


Esto me hace recordar un libro que leí no hace mucho llamado algo así como “La música de la vida”, escrito por un músico sufí con un nombre muy raro.
Lo importante es todo lo que en sus páginas se refleja, hoy voy a tratar de hablaros de algunas de estas reflexiones realmente interesantes…

Me llamó la atención cómo se encuentran mencionados en las escrituras sánscritas los diferentes tonos que se distinguían en los tiempos antiguos: en ausencia de instrumentos musicales afinadores (hoy tenemos el piano por ejemplo) ellos tenían que determinar el tono basándose en el sonido de los animales, de los pájaros principalmente. Uno se maravilla con esto pensando que quizá fuera natural que el arte se desarrollara así ya que la gente estaba tan cerca de la naturaleza…

A partir de aquí, la música es la ley que funciona a través de todo el universo. En ella está la sabiduría y si todos escuchásemos al menos 10 minutos de buena música al día con atención, seríamos más sabios… Existe dentro y fuera de nosotros, e inspira no sólo el alma de un gran compositor sino también la de un niño.

Es el lenguaje de la belleza. Además del encanto natural que la música posee, también tiene un atractivo mágico que puede ser experimentado incluso ahora. Parece como si la raza humana hubiera perdido una buena parte de la ciencia de la magia y sus creencias o su fe, pero si algo queda de todo ello es precisamente la música.

En el libro habla también del poder de “intoxicación” de la música, que es capaz de embriagar a aquellos que la escuchan pero que sin duda impacta mucho más a aquellos que la interpretan con su instrumento o su voz. Y es que es así, como digo muchas veces se convierte en algo “físico” que te envuelve y te lleva, te permite expresar sensaciones que con la palabra sería más difícil reflejar.

Creo que tiene mucho que ver con la intuición, la armonía en todas las pequeñas cosas de la vida… El mayor error de esta época es que la actividad se ha incrementado en tal medida que a uno le queda muy poco margen para el deleite. Las personas a menudo vamos por la vida como anestesiadas o dormidas y en la mayoría de los casos no nos conocemos ni siquiera a nosotros mismos ¿cómo vamos a pararnos entonces a apreciar otras cosas? Ahí está la música para ayudarnos, siempre está allí…

Las personas te transmiten con su música cuál es su armonía contigo y con el mundo que les rodea. Te hablan sin decir apenas nada, es muy interesante llegara a apreciarlo y comprenderlo. Y mucho más poder vivirlo y compartirlo con alguien.

Así que: abre tu corazón y tu mente y llegarás a comprender… serás feliz porque cada átomo de este mundo es un verdadero milagro. La vida está llena de pequeños tesoros cuando se observa con los ojos bien abiertos…

Para mi amigo Alberto, que me acerca a la música.
Gracias por el libro.



CRISTINA FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ