Antes que nada contaros que el viaje lo hemos estructurado alrededor de tres campamentos "base": el primero cerca de Quimper, el segundo en los alrededores de la costa de granito rosa y el tercero y último entre St. Maló y St. Michel.
Hasta llegar al 1º camping, situado en Kervel, tardamos tres días porque con caravana hay que ir muy despacio y tranquilos. Por fin el tercer día llegamos a Quimper y aunque nos costó un poquito en contrar el camping, a las 17:30 ya estábamos instalados allí. Nos tomamos un par de cervezas en el bar y descansamos un ratito, mientras repasábamos las guías y preparábamos los siguientes días. Después fuimos a Douarnenez, el pueblo más cercano, a dar una vuelta por el puerto y cenar algo. Se trata de un pueblecito precioso al lado del mar, con su puerto pesquero y su encanto como podéis apreciar en la foto. Al subir hacia el puerto, tomamos estas fotografías con la marea alta y al bajar de cenar hicimos otras con la marea baja, aquí las subidas y bajadas de la marea son espectaculares y hacen que puedas recrearte en distintos paisajes sobre uno mismo según la hora del día.
La cena: tomamos pescados y mariscos en un bar del puerto llamado "Le Lamparo" que venía en nuestra guía, un menú a base de sardinas a la parrilla para todos. Algunos optaron por pedir luego mejillones (moules allí) y otros marisco de todo tipo (ostras, cigalas, caracoles de mar, berberechos frescos y langostinos). Nos resultó una cena bastante buena a un precio muy económico. Estaba todo riquísimo, incluso el "superhelado" con licor de manzana típico de Bretaña que tomamos de postre.
Al regresar al camping, como era muy tarde, no pudimos entrar con el coche y tuvimos que dejarlo fuera. Nos acostamos pronto porque mañana nos esperaba un día estupendo de turismo por Quimper.
jueves, 16 de agosto de 2007
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¡Quién estuviera en Duarnenez! Besos
ResponderEliminarSíííííííí.
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