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Santiago... ya te sentimos cerca, se respira en el ambiente. Al entrar en Coruña tras pasar pasar por Palas de Rei comprobamos que el camino cada vez es más "durillo", llueve y deja de llover con frecuencia, con lo que hay que pararse a menudo a colocarse ropa y mochila. De estas últimas etapas destacamos el paso por Melide con su famoso y rico pulpo en casa Ezequiel, que por supuesto degustamos acompañadas de algunos compañeros de viaje y de unas jarras de vino... Allí pasamos un rato muy agradable pero claro, después el camino se hace muuuuy cuesta arriba y tenemos que hacer una parada en Ribadiso. ¡Qué sitio tan bonito! Un albergue en medio de un camino rodeado de verde por todos lados, un paraíso de madera y piedra que nos ayuda a descansar y recargar las pilas para continuar adelante con fuerza. Hay hasta un río donde refrescar y tonificar los pies ¡qué felicidad! Aquí están "los enanitos" que son un matrimonio de más de 70 años que vienen caminando desde Francia, es realmente admirable cada historia que descubres en el camino... Cenamos con unos chicos muy simpáticos que se han ido conociendo a lo largo de estos días, el murciano, Jordan y sus locuras, las chicas de Huelva. Todo muy agradable y el albergue muy tranquilo, lejos del bullicio de los demás días con toda la chavalería tocando las guitarras y cantando... bueno, eso también está bien pero agota ya a nuestras edades, je je. El camino desde allí no tiene mucho más misterio, mucha carretera y po
co pueblecito. Sobre todo desde Monte de Gozo. Ese último tramo es verdaderamente arduo, creemos que vamos a llegar pero no lo hacemos y seguimos caminando y caminando... Cuando por fin entramos en Santiago en la maravillosa plaza del Obradoiro llevamos una mezcla tan grande de sentimientos que no sabemos si reír o llorar, si tirarnos en el suelo a descansar o ir a sellar nuestra credencial para que nos den la Compostela, o por el contrario irnos directamente a un hotel a dormir hasta el día siguiente. Finalmente decidimos hacer todo eso pero por partes. Ha sido una experiencia realmente interesante, nos ha hecho darnos cuenta de muchas cosas, reflexionar interiormente, ponernos a prueba, superarnos, valorar las cosas más insignificantes, conocer historias de gentes diversas, hacer llorar a Fuen en su cumpleaños, conocer al fantástico Juan y despedirnos de todos ellos en una última noche llena de risas hasta altas horas de la madrugada por las calles de Santiago... Muchas gracias a todos y a tí p.p. por acompañarme.
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CRISTINA FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ